Ya nadie se sorprende con las noticias en los diarios y medios de comunicación sobre escándalos sexuales que involucran a hombres que se autodenominan siervos o representantes de Dios en la tierra. Son muchos los obispos, sacerdotes, pastores, profetas y predicadores que han sido descubiertos en actos depravados, impensables para quienes ostentan “tal nivel de santidad”. En secreto, son víboras y lobos rapaces que abusan de la confianza de sus seguidores para satisfacer sus depravaciones obscenas y desviadas, victimizando a personas que, en el asombro y la confusión, a menudo no saben cómo responder a tales abusos.
Lo más horrendo de todo esto es que, en su gran mayoría, no han sido las instituciones religiosas a las cuales estos falsos ministros pertenecen las que han descubierto y denunciado estas atrocidades. Por el contrario, han actuado como poderes encubridores para no perder su “credibilidad”, han actuado en la oscuridad. ¿No es esto lo que Jesús condenó, el amar más las tinieblas que la luz, la oscuridad más que la verdad? Han sido los tribunales de justicia los que han asumido la tarea de justicia y verdad, más que estas instituciones religiosas que proclaman justicia y verdad, pero no las practican.
Ha llegado el tiempo de que toda esta falsa piedad sea desenmascarada, de que esta religión de apariencias y abusos caiga. Una religión que sólo enseña confusión, apartando a los hombres del Dios vivo y verdadero; no haciendo la voluntad del Padre, sino de su enemigo.
“Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible” (Apocalipsis 18:2).
Amigos, estamos en el tiempo de la caída de esta estructura que suplantó a la iglesia del Dios vivo, si no lo ves, seguirás en ella sufriendo las consecuencias de sus pecados. Sal de ella para que no seas partícipe de su destrucción.
Ahora, me gustaría que reflexionaras: ¿Cómo han hecho estas falsas iglesias para formar verdaderos ministros sodomitas?
Es notable que muchas instituciones benéficas no religiosas han tenido un comportamiento mucho mejor que estas instituciones que se proclaman representantes de Dios en la tierra. Deberían ser ejemplos de santidad, bondad, pureza, transparencia y amor de Dios, pero en su lugar, han conseguido que se blasfeme el nombre Santo de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
¿Cómo formar un ministerio sodomita?
Hay tres ingredientes importantes para crear ministros sodomitas (y aún un cuarto). Quiero que abras los ojos y descubras por ti mismo quiénes son estos falsos maestros llenos de engaño y mentira.
“He aquí que ésta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso” (Ezequiel 16:49).
Primer ingrediente – Soberbia: Estos hombres no se caracterizan por la humildad. Aman las primeras sillas en los templos y ceremonias oficiales, opinan sobre moral, cultura, sociedad y economía, y reclaman el primer lugar en todo, desde bautizos hasta funerales. Se consideran autoridades en filosofía, psicología, sociología y muchas otras áreas, buscando siempre estar en las primeras filas ante Dios y los hombres. Se proclaman como ejemplos morales para la sociedad, hasta que no se descubra lo contrario.
Segundo ingrediente – Saciedad de pan: Estos hombres tienen contratos de por vida en sus instituciones religiosas, asegurando su sustento sin necesidad de rendir cuentas a nadie, sólo a la institución si siguen sus dictados. Disfrutan de una seguridad económica que los libera de la necesidad de resultados, a diferencia de los verdaderos apóstoles de Jesús. Sus posiciones les garantizan un sustento constante y sin esfuerzo, permitiéndoles vivir cómodamente sin preocuparse por el trabajo verdadero o por las necesidades de los demás. Pero como les dan de comer, también les exigen que estén dentro de la "línea editorial" de quienes los mantienen; y eso no es necesariamente la "línea editorial" del Dios. Muchos, usando un falso evangelio, se enriquecen a costa de engaños a las ovejas.
Tercer ingrediente – Abundancia de ociosidad: Tienen mucho tiempo libre, con pocos cultos o misas a la semana, lo que les permite satisfacer sus concupiscencias carnales. Son asalariados sin trabajo verdadero, pervirtiendo y engañando hasta que son descubiertos en sus pasiones vergonzosas. Su tiempo libre, lejos de ser dedicado al servicio a Dios y a los demás, es utilizado para satisfacer deseos carnales y para pervertir a los inocentes, con excusa de la verdad y amor.
¿Y cual es el cuarto ingrediente, que mencioné?
Dice... "y no corroboró [ayudó] la mano del afligido y del menesteroso”
Ósea, no hacen misericordia; eso puede parecer extraño; pues se ven haciendo algunos muchas obras, pero la verdadera misericordia, se hace sin ser publicadas en la redes sociales, para que la gente la vea, sino como lo enseño y practicó nuestro Señor que dijo "no sepa tu mano derecha lo que hace tu izquierda", es decir, NO cumplen el mandamiento de nuestro Señor de ser ANONIMOS; en el cual está la verdadera misericordia.
Los verdaderos ministros de Dios son humildes, enseñados por El Maestro, no asalariados de ninguna institución humana religiosa, y ocupan su tiempo en el servicio a Dios y a los hombres en buenas obras que Dios preparó de antemano. Su vida es un reflejo de la piedad y el compromiso con la verdad y la justicia, y por amor a sus hermanos y a su Dios haces Su obra; lejos de la corrupción y la hipocresía; y de toda obra que no es del Padre.
Hoy ya conoces los ingredientes que forman un ministro sodomita. Ahora es tu tarea abrir los ojos y huir de ellos. Ahora la pregunta es la siguiente: ¿Cuánto pueblo es de Sodoma y no les interesa la voluntad de Dios, sino oír lo que les gusta oír?, ¿Cuántos de ellos eligen ministros falsos porque van más con sus gustos personales? Bueno, las preguntas anteriores, las dejo para mas adelante, y para que puedas tu reflexionar.