domingo, 21 de julio de 2024

¿Cielo, Infierno y algún lugar más...?

 



Hola, un saludo a todos, buenas noches, buenas tardes, buenos días. Hoy quiero compartir con ustedes una parábola de Jesucristo, conocida como la parábola de las diez minas, que se encuentra en Lucas 19:11-27.

En esta parábola, Jesús nos presenta tres destinos diferentes para la humanidad: el infierno, el cielo y un tercer destino, que lo definiremos al final de este estudio (ojo No es el purgatorio, pues eso es un invento Católico que no está en la Biblia).

Para analizar completamente las palabras de Jesús, primero leeremos la parábola y luego la desglosaremos versículo por versículo para entender mejor su significado. La parábola comienza así:

"Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. 

Dijo pues: 'Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver. Llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: Negociad entre tanto vengo.

Pero sus conciudadanos le aborrecían y enviaron tras él una embajada diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 

Aconteció que, vuelto él después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían negociado cada uno. 

Vino el primero diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 

Vino otro diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. 

Vino otro diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo, porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo que tomas lo que no pusiste y ciegas lo que no sembraste. 

Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse y que ciego lo que no sembré. ¿Por qué pues no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo lo hubiera recibido con los intereses? 

Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina y dadla al que tiene diez minas. 

Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 

Pues yo os digo que todo aquel que tiene, se le dará más; y al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. 

Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá y decapitadlos delante de mí.'"

Esta es la parábola. Ahora la veremos paso a paso, para entenderla mejor.

Jesús comienza diciendo una parábola porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Creían que el reino de Dios se haría presente en ese momento, pero Jesús sabía que aún no era el tiempo; que tenía que morir primero, resucitar, recibir el reino del Padre, su iglesia debía producir con el Espíritu Santo que el nos dejó y finalmente regresar.

Jesús continúa diciendo que un hombre noble (que representa a él mismo) se fue a un país lejano (al cielo, más bien sobre el cielo, al lugar que está Dios el Padre) para recibir un reino y volver. Llamó a diez de sus siervos y les dio una mina a cada uno, diciéndoles que negociaran mientras él regresaba. Esto simboliza los dones y responsabilidades que Jesús nos da a cada uno de sus hijos.

Sin embargo, los conciudadanos del hombre noble (la gente del mundo) lo aborrecían y enviaron un mensaje diciendo que no querían que él reinase sobre ellos. Esto representa a aquellos que rechazan a Jesús como su rey, son sus enemigos.

Cuando el hombre noble volvió después de recibir el reino, llamó a sus siervos para ver qué habían hecho con las minas. El primer siervo dijo que su mina había ganado diez minas más. El hombre noble lo elogió y le dio autoridad sobre diez ciudades; ósea lo recompensó. El segundo siervo dijo que su mina había producido cinco minas, y también fue recompensado con autoridad sobre cinco ciudades. Ambos hicieron la voluntad de Dios, es decir, caminaron en el camino de Dios, más que en los suyos.

Sin embargo, el tercer siervo dijo que había guardado su mina en un pañuelo porque tenía miedo de su señor, sabiendo que era un hombre severo. El hombre noble lo reprendió por no haber al menos puesto el dinero en el banco para ganar intereses. Ordenó que le quitaran la mina y se la dieran al que tenía diez minas. Vemos que este siervo, si bien es un siervo del Señor; no ha producido NADA con la mina de su Señor, no es un ladrón, pues se la devuelve; pero es un siervo negligente, que no hizo trabajar los dones y responsabilidades que el Señor le dio. Si bien no es un enemigo del Señor, pero no representó en nada a su Señor mientras el no estuvo.

Luego, Jesús dice que a todo aquel que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Esto significa que aquellos que usan bien los dones y oportunidades que Dios les da recibirán más, mientras que aquellos que no lo hacen, perderán lo que tienen (lo que Dios les entregó). El perder la mina, no significa que son tratados como los enemigos de su Señor, ósea no son decapitados, pero lo divino entregado se les quitará.

Finalmente, Jesús habla de sus enemigos, diciendo que los traigan y los decapiten delante de él, representando el juicio final y cuando son destinados al infierno de fuego.

En esta parábola, Jesús nos muestra tres destinos para la humanidad:

  1. Los siervos fieles que producen frutos y reciben recompensas (esto es la iglesia del Señor).
  2. Los siervos infieles que no producen nada y pierden lo que tienen (salvos por fuego ver 1Co 3:15).
  3. Los enemigos de Jesús que serán condenados al lago de fuego.

Estos tres destinos representan el cielo con recompensas (sobre el cielo), el cielo sin recompensas (paraíso) y el infierno (lago de fuego). La parábola nos llama a ser siervos fieles y a utilizar bien los dones que Dios nos ha dado, evitando el destino de los siervos infieles y peor aún, de los enemigos de Dios.

Espero que este análisis les haya ayudado a entender mejor la parábola de las diez minas. Que tengan un buen día, tarde o noche. Muchas gracias.

Para un mejor análisis ver este link, que nos muestra el lugar donde está Dios, y el lugar al que somos llamado.

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