Nuestro Señor Jesús, muchas veces dijo esta frase, como se registran en los evangelios sinópticos, “El
que tiene oídos para oír, oiga”, pero ¿Qué significa realmente esta frase?;
hay varias interpretaciones de ello, pero nos es imperiosa necesidad el saber
la verdad fidedigna de ello, es decir, que realmente quiso decir con esto.
Bueno, debemos
saber que nuestro Señor cuando vino a la tierra y se hizo hombre en Jesús de Nazaret, se
hizo judío, y como judío, tenía muchos hebraísmos que hoy debemos entender
bien, para no caer en la mala interpretación del texto, y eso nos haga hacer lo
contrario, de lo que él, nos indica y realmente espera de nosotros.
Primero,
debemos decir que la palabra oír en hebreo es la palabra shamá; ósea
acá vemos la palabra para oír, que es la misma palabra para obedecer
(muy interesante); oír y obedecer en hebreo, son la misma palabra Shamá.
El “shamá” hebreo,
de Israel es este (que es muy conocido):
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)
Es también como
los cristianos vemos el primer mandamiento de la ley (Torá).
Jesús le
respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro
Dios, el Señor uno es. (Marcos 12:29)
Es importante
ver esto, el primer mandamiento no es sólo oír, como se diría en español, es
también hacer. Es que en hebreo la palabra oír también tiene el significado de
OBEDECER (lo digo nuevamente).
Veamos esto en más detalle:
El Shamá de
Israel dice:
Oye (Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)
La palabra que
se traduce como OYE, es la palabra OIR; que es la palabra SHAMA (שָׁמַע) en
hebreo; que tiene los significados de OIR, como el significado de OBEDECER;
ósea, cuando traducimos como oye Israel está bien gramaticalmente, pero nos
perdemos que OIR es también obedecer en hebreo, una traducción posible en
español sería la siguiente que nos es más clara en nuestro idioma:
Obedece
(Shamá), Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (Deuteronomio 6:4)
Ósea, oír y
obedecer, en hebreo van juntos; quien no obedece, es porque NO oyó; y quien
obedece, es porque SI oyó. En español no son lo mismo, y eso nos ha dado malos
resultados a la hora de entender bien la Biblia.
Sabiendo lo
anterior, ¿Cómo podríamos traducir en forma más correcta la frase típica de
Jesús de Nazaret, escrita en la Biblia?:
Está muchas
veces escrito en nuestra Biblia así:
El que tiene oídos para oír, oiga;
pero
su verdadero significado sería, cómo lo vimos reiteradamente:
El que tiene oídos para oír, obedezca.
Eso
sería una mucho mejor traducción en español.
El que tiene
oídos para oír la Palabra de Dios, obedezca; eso cambia mucho el
significado en español (castellano); la palabra obedecer no es tan popular y en
español creemos que podemos oír y entender un mensaje, pero el Señor nos lo
dice para que le obedezcamos; no sólo para que lo oigamos.
¿Y
que tiene que ver esto, con la fe?
¿No
somos salvos por medio de la fe?
¿No
son obras estas?
Bueno, estas son preguntas que pueden
surgirnos, pero vamos aclarando el tema poco a poco…
Si leemos este versículo del apóstol Pablo
vamos entendiendo más el tema:
Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)
Acá vemos como
la verdadera fe, viene por el oír; y este oír por la Palabra de Dios; entonces
vemos que la fe, es consecuencia de oír al Señor; y obedecerlo es también
consecuencia de oírlo; entendemos entonces, que obedecer, y creer son parte de
lo mismo; porque la forma de mostrar la fe; son las obras vivas.
Ejemplo:
Una forma que el Señor me mostró que creer y obedecer son parte de lo mismo, y
si no hay obediencia, es que no hay verdadera fe (creer).
Hace tiempo
atrás trabajaba en obras masivas de construcción, y me fui un poco tarde de la
oficina que tenía en un conteiner en la obra, estaba oscuro y no veía
prácticamente nada; así que me fui a la camioneta que tenía, a tientas, pisando
el barro pues era invierno; después de la caminata y del esfuerzo por superar
el barro; llegue al lugar en que CREIA que tenia estacionada la camioneta, pero
al llegar no estaba… luego me acorde que la había estacionado en el lugar
contrario al que había ido, y tuve que hacer la caminata de regreso y luego al
lugar correcto. Y allí estaba, ¡qué bien!
¿Qué aprendí de
eso?, que yo fui al lugar que YO CREIA que estaba la camioneta, ósea, no se
puede desligar la Fe (creer) con la Acción (obediencia a la fe); pero luego
recordé donde verdaderamente la estacioné, y actúe conforme a mi nueva creencia
(fe) y eureka, ahí estaba.
Esto nos enseña
que todo lo que realmente creemos, es lo que realmente hacemos; si le creemos a
Dios, entonces le obedecemos. Si no obedecemos, es que realmente no le hemos
creído de corazón, podemos decir con la boca que le creemos, pero al no
obedecer, estamos negando nuestra fe; es decir, es una fe muerta como dice
Santiago.
Así también la
fe, si no tiene obras (hechos, obediencia, etc.), es muerta en sí misma.
(Santiago 2:17)
Entonces
podemos concluir que la mejor traducción de la frase El que tiene oídos para
oír, oiga. típica del Señores esta:
El que tiene oídos para oír,
obedezca.
Sin obediencia no hay verdadera fe, y la
persona nada oyó; aunque diga que si oyó.
Vemos que el Señor Jesucristo busca nuestra obediencia si le podemos oír;
sin obediencia; no hay verdadera fe.
Ahora como segunda derivada (así se dice
en matemáticas), y es muy importante decir, por eso lo expongo; si lo oímos y
obedecemos; afirmaos nuestra fe, y como consecuencia, es la forma que DIOS TIENE
DE AUMENTARNOS LA FE, es decir, obedeciendo a lo que Él nos dice. Porque la Fe viene
por el OIR y el OIR por la PALABRA de DIOS.
Saludos, que el Señor con su Espíritu
alumbre este mensaje, gracias y a oír y obedecer, para no perder el tiempo que el
Padre nos da.
El que tiene oídos para oír,
obedezca.
2 comentarios:
Dios nos habla de diferentes maneras y entodos los tiempos, su gracia no tiene limites para los que le buscan, algunos hemos tenido la gracia de conocerle buscandole de todo corazon.
saludos hermano. Efe 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Efe 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Efe 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Gracias hermano, un abrazo; Dios no está mudo, sigue hablando para bien de nosotros.
Saludos y bendiciones
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