Un gusto saludarlos, les quiero compartir el siguiente texto de la Biblia, que me llama mucho la atención en estos días, que es lo contrario a lo que el mundo piensa y dice, no es para nada políticamente correcto, pero el texto es la verdad de Dios, quienes piensen o digan algo parecido, están expuestos a ser calificados de retrógrados, cuadrados, anticuados, etc, pero serán reconocidos por el Señor en estos tiempos tan oscuros como estos, por decir la verdad.
Lo comparto brevemente:
Les daré muchachos por
príncipes [jefes], y niños caprichosos [jóvenes] gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)
Dios cuando Israel estaba muy desviado (y Dios no ha cambiado), y estaba su corazón muy lejos de Él; como una maldición les enviará gobernadores jóvenes y muchachos como jefes (sorpresa, eso no lo sabias creo yo), está en la Biblia como un castigo no como un premio.
Cuan parecido a lo que pasa hoy en mi país, no es una bendición de Dios que sean jóvenes los que nos gobiernen, pues es una maldición de Dios para una nación que se aparta de Él. Aunque el mundo lo valora, como si la juventud fuera un cofre lleno de sabiduría y virtudes, no es la opinión de Dios tiene; de hecho, es lo contrario; pues nos pone gobernantes que no harán las cosas correctas, para que hagan necedad y el resultado será negativo: Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; (Romanos 1:28)
La necedad (insensatez) está ligada al corazón del
niño(joven); la vara de la disciplina la alejará de él. (Proverbios 22:15)
Con la necedad venimos todos incorporado, pero la disciplina nos va
librando de ella (buena disciplina). No es una sorpresa para Dios que los
gobernantes no lo harán bien si son muy jóvenes, pues tienen ligada la necedad por su corta edad,
lo dice Dios, es una maldición que una nación sea gobernada por la juventud,
más aún sin el temor de Dios, que es la base de la sabiduría.
Si la sabiduría y la inteligencia, viniera incorporada en la juventud, no estarían
estas palabras que nos instan a buscarla.
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de
Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos,
para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para
dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción.
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad,
para entender proverbio y metáfora, las palabras de los sabios y sus enigmas. El
temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la
sabiduría y la instrucción. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no
abandones la enseñanza de tu madre; porque guirnalda de gracia son para tu
cabeza, y collares para tu cuello. (Proverbios 1:1-9)
En los versos anteriores, vemos como nos instan a buscar la inteligencia y
la sabiduría entre otras cosas, como la instrucción es necesaria, y son los jóvenes los
principales llamados a ello; si esto lo despreciamos somos considerados necios por Dios.
Veamos el texto del principio nuevamente, y reflexionen si es lo que pasa o no en nuestro
país y mundo.
Les daré muchachos por príncipes, y niños caprichosos gobernarán sobre
ellos. Y el pueblo será oprimido, el uno por el otro y cada cual por su
prójimo; el joven se alzará contra el anciano, y el indigno contra el
honorable. (Isaías 3:4-5)
¿Si o no que ha aumentado la violencia, como dice el versículo siguiente?
Vemos que no es una idea mía, sino que Dios no se está agradando de esta
nación por su Pecado, y en vez de volvernos a Él, nos alejamos más y más; los
cristianos tienen que reaccionar y mostrar la luz, para eso somos llamados;
deben ser sal en medio de esta sociedad, y no tener el mismo sabor del mundo.
Debemos distinguirnos claramente, por amor a nuestros semejantes que están en
oscuridad. Si no mostramos el amor con verdad, la sal no sirve para nada, si pierde su sabor, sino para ser echada fuera y la pisen los hombres, dice el
Señor.
Los cristianos estamos llamados a orar por las autoridades, aunque no nos gusten y/o no lo hagan bien; pero nunca debemos dejar de alumbrar y salar este mundo con la luz y sal que viene de nuestro Señor Jesús, esta es una gran oportunidad para que la iglesia brille; y si no brilla para que se de cuenta de su situación, se arrepienta y vuelva al Señor.
Esta clara la razón de antaño, la misma razón de hoy en día; estamos en la puerta de la decisión, o seguimos al Señor o nos vamos por el camino ancho de la perdición. ¡A quien sigues?
Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia. (Isaías 3:8)
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