Con este título
y esta imagen, comienzo el mensaje, ¿está la carreta delante de los bueyes?...
Hoy y en el
pasado, el mundo trata de solucionar los problemas, trata de crear un medio
perfecto para el hombre (humanidad); porque piensa que, si el medio es perfecto, el hombre
será más feliz y perfecto en la tierra. Esto lo vemos todos los días, y se han creado muchas
ideologías, que tratan de hacer un mundo mejor… este no es el problema de los
cristianos, hacer un mundo mejor, como primera instancia o prioridad (sino un cambio personal y luego lo exterior)
…
¿Qué dice
el cristianismo al respecto?
Estaba
pensando en la mucha energía que se gasta en aquello; y como cristianos, no siempre estamos tan claros; pero he visto como el mundo pone la carreta delante
de los bueyes…quieren solucionar el problema de la humanidad, atacando el medio...
Vamos al
principio…
Cuando el
mundo era perfecto, el hombre cayó; era perfecto el medio (ver primeros capítulos 1, 2 y 3 de Génesis); pues lo había creado Dios, no había en el mundo defecto alguno; el hombre
era inocente; pero igual cayó. No importó la perfección de Dios dada en el medio, y el hombre
(Adam) cayó igual. En su entorno todo funcionaba bien, sólo era permitido lo
que Dios permitió en el Edén… y cayó la humanidad.
Eso nos
hace pensar que... ¿si volviéramos a un mundo perfecto, ahora no caería?
Cuando todo
era perfecto el hombre (Adam) cayó, sería ilógico pensar volver a la perfección, sin antes saber que hay algo que solucionar en su interior.
Ya sabemos cómo cristianos, que este no es el
camino, perfeccionar el mundo (sistema), para que el hombre sea mejor…
Cuando todo estaba bien, el hombre cayó; ¿ahora, que NO todo está bien, el hombre se levantará? No es lógico pensar que este sea el camino..., mejorar el sistema no es la opción de Dios.
Dios no lo hace así, lo hace de otra manera...
Dios envió
a su Hijo Jesucristo a hacer su voluntad, morir en una cruz y resucitar como hombre; para destruir un
hombre caído; y lo resucitó, para construir un nuevo hombre, según la imagen de
su Hijo, es decir, según la imagen de Jesucristo.
Su Hijo
vino perfecto al mundo imperfecto, y lo venció; lo perfecto vino como un nuevo hombre y venció un sistema imperfecto, y nos enseña a seguir sus pasos. Nosotros somos llamados a
vencer el mundo imperfecto que está alrededor, con la perfección que tenemos
dentro de nosotros; en la medida que obedecemos a Esto que nos dejó.
Dios quiere
cambiar el corazón del hombre, antes que pueda cambiar lo exterior del hombre; Él sabe
que la otra forma, cambiar lo exterior primero, es poner la carreta antes de
los bueyes; y está muy lejos de ello. No hay solución poniendo la carreta
delante de los bueyes, aunque pensemos lo contrario…
No quiero
decir que Dios no quiera cambiar el exterior, de hecho, la oración de Padre
Nuestro nos dice… “… venga a nosotros tú
reino, y hágase tu voluntad en la tierra como se hace sobre el cielo…”,
ambas frases nos dicen que Dios quiere cambiar la tierra, pero no antes del
corazón del hombre. Él nos enseña, que debemos traer su reino y voluntad en la
tierra, porque no siempre el reino y su voluntad, se hacen sobre la tierra.
Tomemos el
siguiente ejemplo:
1) Tenemos un sistema perfecto, pero el
hombre no es perfecto (como actualmente es); si el hombre actual se mueve en un
sistema perfecto, al poco tiempo lo corromperá (y no será perfecto); y al transcurso
del tiempo, ese sistema tendrá más y más corrupciones…, resultado final… un
hombre y sistema imperfectos.
2) Tenemos un sistema imperfecto
(injusto), pero el hombre es perfecto (como lo es Jesucristo); si ese hombre
perfecto se empieza a mover en un sistema imperfecto, al poco tiempo lo irá
mejorando, hasta que al final será un sistema perfecto…, resultado final… un
hombre perfecto y sistema perfecto.
Esta
segunda posición es la que tenemos los cristianos; cambiando el corazón del
hombre como Jesús lo indicó.
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos: fornicaciones, hurtos, homicidios, adulterios, avaricias,
maldades, engaño, sensualidad, envidia, maledicencia, soberbia, insensatez. (Mar 7:21-22)
Como vemos,
las ideologías humanas no tienen solución para el hombre, ellas proponen que el
medio sea cada vez más perfecto, pero vemos si no hay un cambio del hombre en
su interior, eliminando el pecado (hacer mal), no hay solución. Las ideologías,
ya sean económico, social, científico-tecnológico, político, cultural, moral,
religioso, medioambiental u otros relacionados al bien común; no tienen
solución ni esperanza para el hombre. Jesús nos trazó un camino, que es en sí
mismo; para que la solución sea real, duradera y para siempre.
El sistema
humano pone, por sobre todo, hacer un dios en su ideología, pero no es sensato;
ese sistema nunca funcionará. En cambio, tenemos a un Dios que debemos seguir,
ese sistema si funcionará, y nos dará un camino, verdad (realidad) y vida.
Ahora si hay solución para el hombre, ahora hay esperanza para la humanidad.
Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al
Padre sino por mí. (Juan
14:6)
El
cristianismo no es un sistema retrogrado, sino un sistema que está adelantado
al tiempo del mundo; sabemos que el problema está en el hombre, y la solución
debe partir por el interior del hombre. Es ilógico no atacar la fuente de la
enfermedad, si la conocemos.
Ponemos la
carreta, detrás de los bueyes, como debe ser; y para eso tenemos el camino, es
decir, la solución al sistema.
El cristianismo quiere y está atento a cambiar el sistema; pero si no hay cambio del hombre, eso no funcionará; por eso Dios nos manda a cambiar toda alma del planeta, y en esa función estamos hoy y como añadidura el sistema es cambiado.
Eso es poner los bueyes delante de la carreta, que tengan un buen día.
"Venga a nosotros tu Reino".
Saludos
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