domingo, 1 de febrero de 2015

Buscad primeramente el reino de Dios, y el resto os será añadido.



Les comparto el siguiente mensaje, con la idea de poder hacer más sólido y hondo en el corazón de muchos cristianos un principio divino, que hoy parece que algunos olvidan o ignoran, y por lo tanto, al no creerlos (por ignorancia u olvido), no ponen en práctica; no pudiendo alcanzar el reino de Dios prometido.

Antes citare los versos en principio:

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  (Mat 6:33)

Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. (Luc 12:31)

Dios nos deja principios y/o leyes espirituales, que al poner en obra (práctica), por medio de la fe, alcanzamos sus promesas; yo diría un pilar fundamental es esta, la de poder hallar y entrar al reino de Dios; y para ello Dios el Señor nos enseña, que primeramente debemos buscar en nuestra vida (PRIMERA PRIORIDAD) el reino de Dios y su justicia, y como resultado residual, es decir, la añadidura será alcanzar lo que buscan las gentes del mundo (lo que el mundo se desvive por alcanzar), es decir, la comida, el vestido y el abrigo (los bines materiales necesarios para la vida y seguridad).

Hoy veo muchos cristianos, que no se ven diferentes a los hombres del mundo, en su afán e inquietud por estas cosas (afanes del mundo), y los veo despreciando la palabra de Dios, pues al gastar sus vidas y su tiempo en buscar las añadiduras, se están perdiendo el reino de los cielos (y lo más probable que también las añadiduras se vean esquivas). De esa forma nunca encontrarán el reino de Dios, aunque alcancen algunos de ellos las añadiduras que tanto buscan (aunque claramente no todos); pero los que le creen al Señor, la manda pequeña, ellos veo que al buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, no sólo cada día conocen más y entran al reino eternos de nuestro Dios y Señor, sino que el Señor los abunda, para todas sus necesidades en esta tierra; y en el futuro gozaran de todas las cosas (TODAS).


¿Prefieres gastar tu vida en las añadiduras o hallar y entrar al reino de los cielos?

Por favor, leamos el siguiente ejemplo que nos dejó Jesús nuestro Señor:

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. (Luc 12:15-21)

Cuando entendemos lo que Jesús nos enseñó, no hay que ser muy erudito para darnos cuenta que de nada sirve ganarse el mundo entero y perder nuestra vida (alma) en el proceso; nos parece de toda lógica y sentido, que la prioridad debe ser primero estar bien con Dios, y el resto, lo recibiremos de El; si fue capaz de darnos a su Hijo ¿cómo no nos dará todas las cosas…?.

Nuestro Dios el Señor, nos dejó instruidos que en nuestra vida en primer lugar debemos buscar y trabajar por la comida que viene del cielo (que no perece), y El se encargará de que nos falte nada necesario; ya no debe ser como lo hace el mundo, o como lo veníamos haciendo antes de conocer al Señor, sino que es primero El, luego el resto es añadido en su poder, por el poder de Dios de cumplir palabra cuando le creemos, ya que El cumple sus promesas siempre (aunque sea tan pequeña como la semilla de mostaza, es poderosa para mover montañas); y esta promesa la dejó, precisamente, para que tengamos el tiempo necesario y suficiente de buscar su reino de los cielos en primer lugar, y el se encarga del resto material transitorio.

Quienes no creen, no podrán alcanzar esta promesa (alcanzar el reino de Dios); ya que no la podrán poner en práctica por su incredulidad, es decir, no obedecerán a la voz del Señor. Es muy claro el asunto, este camino es para creyentes, y no para incrédulos; lo creyentes oyen al Señor y obedecen, los incrédulos obviamente, no.


Hoy debemos examinar nuestras vidas y ver si se cumple este principio divino en nuestras vidas, y corregir el rumbo de ser necesario; de manera de poder andar en el poder de Dios, que es bajo su palabra, haciendo su voluntad; buscando y entrando en su bendito, maravilloso, poderoso y eterno reino, que ya está en medio nuestro. Amén.

No gastes tu vida en lo que no aprovecha, Satanás tiene engañado al mundo entero siguiendo los afanes de este mundo; nosotros buscamos el reino de Dios, y nuestro Padre nos da todo lo que necesitamos como añadidura; ya no estamos bajo la esclavitud del maligno, sino que somos hombres libres en El. Obedece al Señor y busca el reino como prioridad, que FUNCIONA.

Un abrazo, y la paz del Señor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras. Es bueno recordar las promesas de Dios ya que en éste mundo es fácil marearse.

marroco011 dijo...

En el original se lee:.... Vuestro Padre celestial sabe que también ustedes (sus hijos) tienen necesidad de estas cosas...

Es notable que el Señor no mencione entre las necesidades básicas el techo (casa), por el cual muchas veces nos afanamos tanto.

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