Mas
ahora permanece la fe, la esperanza, y el amor, estas tres cosas.
(1Co 13:13)
Hoy les
quiero entregar una reflexión, respecto a la fe, la esperanza y el amor. A lo
mejor, estas palabras las hemos escuchado muchas veces, pero veo que es muy
importante poder examinarlas en conjunto en más detalle y poder ver en alguna
manera su importancia; por lo anterior, hoy las compararé a los motores (o turbinas)
de un avión JET que debe volar a máxima potencia y velocidad, con sus tres
turbinas (motores); en una forma de parábola, de nuestra carrera en la fe; en
el camino que es en Cristo al Padre.
Con este
mensaje, quiero responder en parte a la pregunta que a lo mejor muchos nos
hemos hecho, ¿Cómo podemos acelerar nuestro viaje en este Camino?; ¿Cómo puedo
darle mayor potencia a mi carrera?, ¿Estoy
utilizando todos los recursos disponibles para llegar a la meta? Bueno, para en
el fondo tener claro, como funcionan los motores o motivos de nuestros avances,
y entenderlos, de manera de poder hacer un uso más efectivo de ellos, al
entender mejor estos tres aspectos.
A la manera
que un avión debe hacer un largo viaje por el cielo, así nosotros debemos
elevarnos a las alturas, y como un avión necesita un motor o turbina para
hacerlo; nosotros también; hoy tenemos cada uno de nosotros un avión disponible
con tres motores o turbinas (ver imagen adjunta), que nos posibilita despegar, avanzar
y darle máxima potencia a nuestra carrera, estos motores o turbinas son: la fe,
la esperanza y el amor; a la manera de
los tres motores (turbinas) que vemos en la foto del avión.
Hoy
permanecen estos tres motores a nuestra disponibilidad para elevarnos y correr
la carrera, pero debemos saber usarlos y potenciarlos cada uno de ellos, ya que
son los tres necesarios para terminar exitosamente nuestra carrera espiritual.
Ninguno de los tres debe ser menospreciado, pero el último tiene la ventaja de
ser eterno, me refiero al amor; nos durará toda la eternidad.
Primera turbina de nuestro JET al cielo, La FE:
La fe es el
primer motor o turbina, que nos permite despegar y avanzar en el Camino al
Padre; sin encender este motor no podremos ni despegar, ni encender los
siguientes dos motores (esperanza y amor). Este elemento, la fe; nos provee la
potencia necesaria de Dios, para avanzar y alcanzar nuestra salvación completa
(como este es una carrera celestial, necesitamos potencia divina):
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
(Rom 1:16)
Cuando
creemos al evangelio, es decir, cuando ejercemos la fe; hay poder de Dios en
nuestra vidas que nos mueve a salvación. Este es un ejemplo gráfico, del como encendemos
y ejercemos el primer motor de nuestro jet al cielo. La fe nos potencia, y el
combustible de la fe, es la palabra de Dios, es decir, para creer primero hay
que oír al Señor en sus palabras, cuando las creemos, nos catapulta con
potencia a las alturas… comenzamos el viaje… ya hemos despegado…
¿Y cómo le
damos potencia a este primer motor o turbina de nuestro JET al cielo?
Conociendo y
entendiendo lo que el Señor nos enseña, es decir, conociendo la Palabra de
Dios, es decir, conociendo el evangelio y creyéndolo de corazón. Su palabra es
nuestro combustible divino, nosotros encendemos el motor y lo aceleramos creyéndole.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios. (Rom 10:17)
Segunda turbina de nuestro JET al cielo, La
Esperanza:
La
Esperanza, es el segundo motor o turbina, que sólo lo podemos encender, si ya
hemos prendido el de la fe, sin fe, no hay esperanza; pues estos motores
funcionan en paralelo; la fe nos lleva a esperanza.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo
extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha
reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros
santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de
la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la
creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro. (Col 1:21-23)
¿Cuál es la
diferencia entre la fe y la esperanza? La fe es creer lo que el Señor nos dice;
la esperanza es creer lo que el Señor nos promete, y cuando creemos sus
promesas, las esperamos… se podría decir, que la esperanza es la fe en sus
promesas…, de lo anterior entendemos que el combustible de este motor son las
promesas del Señor, sin conocer sus promesas, no tenemos combustible para el
motor de la esperanza. Nuevamente acá el combustible es celestial, pues viene
del cielo, son sus promesas…
¿Y cómo le
damos potencia a este segundo motor o turbina de nuestro JET al cielo?
Es una buena
pregunta, mientras mejor sepamos usar estos motores que tenemos disponibles,
mejor será nuestro viaje a las alturas…
Para
aumentar nuestra esperanza, debemos conocer y entender lo que el Señor nos ha
prometido; si lo ignoramos… ¿Cómo lo esperaremos?
…para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento
de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente
grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación
del poder de su fuerza, (Efe 1:17-19)
Acá vemos un
ejemplo de cómo Pablo ora por la iglesia en Efeso, para que puedan conocer y
entender, por medio del Espíritu, cual es la grandiosa esperanza a la que hemos
sido llamados…, sin conocerlo y entenderlo, dejamos un poderoso motor sin
funcionar en nuestra carrera celestial.
Entonces
entendemos que para darle potencia a esta segunda turbina o motor, debemos
conocer y entender, la gloriosa esperanza que tenemos en Cristo; si lo
ignoramos y no lo entendemos, o si sólo lo conocemos en parte y comprendemos en
parte, no utilizaremos toda la potencia de este segundo motor del JET.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz
en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
(Rom 15:13)
Tercera turbina de nuestro JET al cielo, El Amor:
Este tercer
motor o turbina, es un motor eterno, es un motivo que perdurará en nosotros por
toda la eternidad, es por eso Pablo indica que es mayor, que los anteriores, es
decir, que la fe y la esperanza; pues la fe se acabara, ya que no necesitaremos
creer porque veremos cara a cara al Señor, y no necesitaremos esperanza, porque
recibiremos lo prometido y esperado; pero el amor perdurará por la eternidad.
Es como los motores de los cohetes espaciales que son desechados después de
ciertas faces del vuelo, así será con la fe y la esperanza (ellos cumplirán su
función temporal); ellos hoy son el medio que tenemos provisto por Dios para
avanzar y darle potencia a nuestra carrera, pero el motor que nos moverá por la
eternidad y hoy también lo debe hacer, es el amor.
El Señor acá
en la tierra se movió por estos tres motivos, por fe, por esperanza y por amor.
Nosotros debemos andar como él anduvo, por fe, por esperanza y por amor. Todos
sabemos que Jesús caminó en fe y en amor, pero ¿Qué esperanza tenía si él era
el hijo unigénito del Padre?
…puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de
la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios. (Heb 12:2)
No es el fin
de este mensaje explicar lo que el Señor ganó en su carrera acá en la tierra,
pero ciertamente tenía algo que alcanzar y esa esperanza le producía fuerza… (Si
él lo hubiese ignorado, no habría sido posible tener esperanza en ese gozo por
alcanzar lo prometido…, y por lo tanto, la cruz se habría visto mucho más
grande y difícil…, si ignoraba el objetivo a alcanzar, pero no lo ignoraba; en
otro mensaje podemos hablar de ello…).
Este motor
se resume en un mandato del Señor, su nuevo mandato en El:
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a
otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. (Juan
13:34)
¿y cuál es
el combustible de este motor? Todas las oportunidades que Dios nos da de ejercer
ese amor, recuerden que andamos en las buenas obras que El preparó de antemano…
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas. (Efe 2:10)
Bueno, esto
del amor, además nos enseña que esta no es una carrera individual; sino que es
una carrera en equipo, somos un cuerpo y estaremos unidos por la eternidad en
Cristo; y de modo que lo que hoy me
motiva a escribirte, es poder participar con lo que tengo, en poder entregarlo
para que puedas avanzar a toda potencia con
los recursos del JET que tenemos en Cristo a lo alto. Todo esto no
tendría ningún valor, si llegáramos solos a la meta…, es una carrera de una
familia, la familia de Dios a la meta, con Dios nuestro Padre; y el amor es un
potente aliciente que nos transporta a la naturaleza de nuestro Padre, es su
ADN, el amor.
Es hermoso
lo que tenemos en nuestras manos para transportarnos a las alturas que nos
quiere Dios, debemos potenciar nuestra fe, esperanza y amor; saber y entender que con estos tres motores
tendremos la potencia suficiente para terminar juntos con existo esta carrera
al Padre, nuestro objetivo, en Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.
No lo
olvides son tres poderosas turbinas a nuestra disposición… úsalas y
poténcialas; llena tus estanques de combustible, por el Espíritu.
Fe,
esperanza y amor; nos vemos… en Cristo.
10 comentarios:
El amor es UN sentimiento que nace del arraigo DeL corazón es nueva SAVIA brota Como un manantial DE VIDA SALUD Eterna
Muy bueno Rodrigo, la palabra de Dios hará lo que Él quiere cada vez que se deposita en alguna mente y corazón no importa el tiempo que pueda pasar. Gracias.
Gracias Jorge por tu comentario; sólo agregaría que sólo se requiere FE.
saludos.
Gracias por bendecir nuestras vidas con esta hermosa enseñanza.
Dios le de cada día gracia y revelación para enseñar al pueblo de Dios.que en muchos lugares carecen de alimento espiritual nutritivo, ya que hoy muchos tristemente solo comen "comida adulterada" Que nuestro Señor jesucristo le bendiga...
Gracias a ti por tus motivantes palabras; pero la gloria es toda del Señor, ya que sin El nada somos!!!
Estamos en un tiempo en que la Palabra de Dios se empieza a descubrir (revelar) y eso es algo grandioso; estemos atentos a lo que el Espíritu Santo nos quiere revelar!!!
Un afectuosos saludos y que la gracia y paz de nuestro Señor te acompañen.
Rgo
Hermosa reflexión que edifica Nuestras vidas la fe sin obras esta muerta pero en el amor es vida amen
Gracias Carmen Alicia por tus palabras, yo agregaría lo siguiente:
¡LA fe sin obras está muerta, y la fe sin amor sería estéril!!!
Gracias.
Rodrigo
por eso mientras el hombre pida paz......y no tiene AMOR...un amor que no sea finjido.....en el mundo nunca ni la habra la paz.....la PAZ SOLAMENTE LA DA EL TODOPODEROSO.......JUAN:14:27-28....MiiiiiiiiiiiiLLLLLLLLLLLLL Y MiiiiiiiiiiiiLLLLLLLLLLL Bendiciones....
Juan 14:27-28 La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (28) Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque mi Padre mayor es que yo.
Así es debemos, seguir la paz... un abrazo y gracias por tu aporte:
1Pe 3:10-11 Porque el que quiera amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; (11) apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.
Dios le bendiga grandemente, para seguir aportando con sus comentarios y publicaciones.
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