Este
mensaje en la Biblia, me parece muy
cortito, pero muy relevante. Cuando leemos en el evangelio de Marcos,
cuando Jesús visitó su tierra (Nazaret), leemos lo siguiente “Y no podía hacer allí ningún milagro”.
¿Y
cuál sería esta dificultad para el hombre que ejerció tal poder de Dios, que dio
vista a los ciegos, resucitó a los muertos, tranquilizó el mar, hizo caminar paralíticos,
limpió leprosos, caminó sobre las aguas, saco espíritus inmundos, multiplicó el pan, e incluso perdono
pecados; que no pudiera hacer ningún milagro?
Hay
algo que impide al poder de Dios (el Todopoderoso) en nuestras vidas, y eso se
llama incredulidad.
Leamos
el texto a continuación: Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba
asombrado de la incredulidad de ellos. Y
recorría las aldeas de alrededor,
enseñando. (Mar 6:5-6)
Sin
entrar en las razones de la incredulidad del hombre (sea quien sea); hay algo
que ni el Señor puede salvar, es poder ejercer el poder de Dios en la vida del
incrédulo (o de los creyentes, cuando no le creen). Cuando no creemos en él, es
imposible que él ejerza su poder en nosotros. Cuando dudamos de su palabra, no
hay poder de Dios en nosotros, sino que nos debilitamos en él, y andamos como
hombres naturales.
Estimadísimos,
debemos ser como fue Samuel (el profeta), quien no dejó caer a tierra ninguna
palabra de Dios, eso significa valorarlas todas, atesorarlas y guardarlas en tu
corazón, es decir, creerlas todas. Sólo así, podemos caminar en el poder de
Dios, que salva nuestras almas de la muerte y esclavitud del pecado, sin fe es
imposible agradar a Dios. Pero para el que cree, todo es posible.
Y Samuel
creció, y el SEÑOR fue con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.
(1Sa 3:19)
El Todopoderoso, se auto limita en nosotros, por la falta
de fe; y al contrario, se manifiesta por medio de la fe; por algo Pablo lo
explica con mucha fuerza en su carta a los Gálatas:
Aquel, pues,
que os suministra el Espíritu, y
hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace
por las obras de la ley, o por el oír
con fe? (Gal 3:5)
La
única manera que el Señor haga maravillas entre nosotros (los que tenemos el
Espíritu, dado un día por la fe); es por OÍR con FE, a su Santo Espíritu; no
hay otro medio dado a los hombres para ser salvos, sino la fe. ¿Queremos ver
maravillas entre nosotros? Si claro, entonces oigamos al Señor y creámosle, día
a día; y caminemos en su palabra; que en él no nos faltará, ni faltará nada.
Caminemos en el poder de Dios, en el poder que es por medio de la fe en su
Hijo, que vence al mundo, que vence al maligno y nos liberta del pecado en
nuestra carne.
¿Queremos
ver maravillas entre nosotros? Entonces, oigamos al Señor y pongamos por obras
sus palabras (eso es fe). Eso desata el poder de Dios en nuestras vidas; no hay
otro medio, no veremos milagros si no le creemos (o limitaremos su poder en
nosotros, por la fe incompleta). Su poder por medio de la fe, nos hace ver, nos
hace oír, nos limpia de todo pecado, nos hace caminar, nos da el pan de cada
día, nos hace caminar sobre las aguas turbulentas de este mundo, nos hace vencer la tentación, nos da victoria ante
el maligno, nos da todo lo que
necesitamos para llegar al Padre.
Vamos adelante; la paz y gracia de nuestro Dios y Señor, sea con los creyentes. Amén.
4 comentarios:
excelente reflexión y aclaración del versículo, el cual no comprendía.
felicidades y que DIOS SE SIGA BENDICIENDO GRANDEMENTE.
SALUDOS
JOSE LUIS RAMOS RAMOS
Excelente respuesta, si crees que Cristo puede el lo hara. Saludos
Gloria a Dios!!!! Al que cree todo es posible!! Jesucristo nos enseñó acerca de la FE
Saludos; así es:
Mat 19:26 Jesús, mirándolos, les dijo: "Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible."
Vamos por un Camino de poder!!!
Gracias por tu aporte!!!
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